Gracias a Oyamel y especialmente a Cristina pude enfrentar muchas inseguridades que tengo pero rescato especialmente el trabajo que en los módulos se dedicó a mi abuso sexual cuando era un menor de 7 años. Enfrentar ese abuso, poder hablar de él con mis padres me llevó a tener una mejor relación con ellos y en especial con mi madre que ahora tenemos una relación de amor puro libre de juicios y solo me queda decir namasté Oyamel.